30.11.05

{¡Autopromoción tijuanense!}

El sexo de la poesía

Conferencia de Sergio Téllez-Pon y Mónica Morales

Invita la Librería Sor Juana: sábado 3 de diciembre, en la Sala de Lectura del Centro Cultural Tijuana (Cecut), en punto de las 6 de la tarde.

{Declaración a El Financiero}

Mi declaración al reportero de El financiero que anda por aquí en la sala de prensa de la Fil, el día de ayer y que aparece hoy en su edición on line, aquí.

29.11.05

{De premios desiertos}

Hace poco se sucitó en España una polémica con el escritor Juan Marsé pues éste calificó las obras ganadoras del Premio Planeta de novela (el mejor dotado de toda la lengua española con 600 mil euros) de mediocres y de allí no las bajó (las novelas de María Pau de Janer y el peruano Jaime Bayly--a quien en un rato más veremos--).

Hoy, aquí en Guadalajara, muy temprano, se dio a conocer el resultado del primer premio de novela de la editorial Tusquets. El jurado, según se dijo, recibió infinidad de manuscritos pero no se pusieron de acuerdo en la calidad literaria de las obras y declararon el premio desierto.

Eso refleja, también, cómo no, la mediocridad de las obras. Premiados o desiertos, los premios no garantizan nada.

28.11.05

[Victor Hugo, Vargas Llosa y...¿Dehesa?]

Ciertamente nos parece un insulto que, en una improvisación de los de Alfaguara, el bufón de Germán Dehesa haya presentado el más reciente libro de Mario Vargas Llosa sobre la obra cumbre del francés Victor Hugo, Los miserables. Les dejo la crónica del evento de nuestro estimado Toño Ortuño publicada en Milenio Público.

26.11.05

[Inicia FIL con polémica con la familia Rulfo]

Un poeta menor--aunque mi maestro Alatorre diga lo contario-- recibió el premio Latinoamericano y del caribe Juan Rulfo que año con año inaugura la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. En agosto pasado, el condecorado hizo expresiones sobre la obra del jalisciense que incomodaron a la familia (encargada de velar por el buen uso--para su abuso-- de la figura beatificada por toda la crítica literaria del mundo). Es por esto que la familia ha pedido que le quiten el nombre del autor de "Pedro Páramo" al premio.

En algo tiene razón la familia Rulfo: el premio se ha dado a personas que ya han recibido el Octavio Paz y prácticamente con el mismo jurado (Domínguez Michael ataca por sectarios a los jurados del Romulo Gallegos y él hace lo mismo: cuando fue jurado del Paz se lo dio a Segovia y ahora que le tocó ser jurado del Rulfo se lo dio a... Sevogia, again); contraviniendo así los principios del premio.

La postura de las dos partes nos parece, digamos, excesivas. Ni los jurados deben ser críticos criticones que escriben con el higado, con lo cual se evitaría que poemtas menores lo recibieran (¡ese premio era de Eielson!, reitero), ni la familia debería tomar esa postura tan intransigente.

[FIL: Perú en Guadalajara]

A partir del martes estaré reportando para ustedes desde la Feria Internacional del Libro de Guadalajara cuyo invitado de honor este año es el país andino: Perú. Mientras tanto he aquí la primera colaboración que apareció hoy en "Laberinto" el suplemento cultural de Milenio. Sí, claro, es sobre Eielson.

22.11.05

[Unos míos]

Con sonrojo y harta pena, aquí les van unos versitos míos:

Haikú

Falleció mi sed.
¡No triunfó el desierto!
Yo llegué a él.

A manera de poemínimo

El colmo
sería
hallar
el amor
en la virtualidad

Impulso

Anoche, ya muy noche,
con la cabeza en la almohada,
al sentir que había sido un día improductivo,
volví a encender la luz
y me apresté a prenderles fuego a estos libros.

20.11.05

[El tema recurrente de estos días]

Platicábamos, mientras comíamos deliciosamente, mi amigísima la Carnation y yo sobre la figura del escritor egocéntrico, le decía yo, le daba ejemplos: la diferencia abismal entre Paz y mi gurú Alatorre. Claro, los dos preferiríamos ser Alatorre. (Quien, deben saberlo ya, con un sólo, magistral y bellísimo libro, Los 1001 años de la lengua española, ingresó al Colegio Nacional el año en que yo nací). A ella la envidian porque, siendo tan discreta como es, tan menudita, tan coqueta, ya publica sus novelas en una transnacional. Y no por la actitud, ella no es publirrelacionista de su persona ni de su obra, si no por la fortaleza y consistencia de esta última.

Otro caso ilustre de estos días fue el poeta chileno Raúl Zurita. Vino a México, una ciudad que él mismo ha confesado es su predilecta, a la presentación de la nueva revista de poesía hispanoamericana, VozOtra. En los tres días que duraron las actividades de presentación Zurita estuvo en la mesa de los tres días de actividades (la reiteración es premeditada). En los tres días Zurita se llevó la tarde, la ovación, se ganó el corazón del público.

Ayer en la noche, mientras cenábamos deliciosamente, cuando le pregunté a Zurita si iba a ir a la Fil de Guadalajara me dijo que no, que él no tenía nada que hacer allí, ese tipo de ferias es para los escritores que se autopromocionan (ojo: yo no voy a autopromocionarme, no tengo nada que publicitar, mi obra es nula, así que voy de corresponsal). No recuerdo que expresión utilizó para describir con precisión esa actitud. No tengo la expresión pero tengo las figuras: Bryce Echenique y Vargas Llosa se llevarán la Feria a diferencia de la persona discreta que serán los poetas Cisneros e Hinostroza.

Zurita, sobre decirlo, es un hombre enjunto, discreto, de maneras suaves, de voz tenúe que no quiere ni pretende llamar la atención. Y que si la llama es por esos extraordinarios versos y por ser el gran ser humano que es.

¡Ah, las diferencias entre la mercadotecnia y la discreción de la obra y la persona!

Obvio, prefiero ser Alatorre, Hinostroza, Zurita... en la actitud, claro, en la obra también quisiera serlo, pero tendría que ser un portento como ellos y apenas ando el camino...

17.11.05

[¡Allá voy Tj!]

Tantos amigos de mi adorada Tijuana me han escrito en los últimos días que ya me dieron ganas de ir. Uno de ellos me escribe:

Y le diré al mar (aah ese mar) que un día te detuviste a ver los pies marmóleos de un bello joven desconocido justo enfrente de sus olas finas.

Sí, eso, qué tarde tan memorable aquélla. Y esa playa, ah esa playa que, como diría el excelso Cernuda: "Mas ¿qué importan a mi vida las /playas del mundo? / Es ésta solamente quien clava mi memoria".

Así que prometo hacer todo lo posible por dar el salto de Guadalajara (después de la Fil), a esas playas imborrables de Tijuana.

13.11.05

[El cuarto entierro de MH]

Después de estar todo el día encerrado en mi casa terminando unos textos pendientes (mi infalible sabat), y para salir de una leve depre, me fui a la Cineteca a la función para prensa de "Los tres entierros de Melquiades Herrera", producida y dirigida por Tommy Lee Jones y guión de Guillermo Arriga, quien hace una fugaz aparición casi al final de la peli.

En fin, nada del otro mundo. A Arriaga le encantan las triadas (ya lo hemos visto en "Amores perros" y 21 gramos). Pero esta es es tan buena como la primera aunque sí mucho mejor que ese bodrio asqueroso que se llamó "21 gramos". La película es predecible: pasados los 15 minutos uno sabe lo que va a pasar, por más que Arriaga trate de enredar un poco la trama. Lo interesante de "Los tres entierros de Melquiades Herrera" es que es una humillación total para los gringos, representados en un joven americano, guapo, fornido, con su novia y elemento de la Border Patrol. Aquí los buenos son los migrantes y hasta el coyote que los pasa no de México a Gringolandia, sino a la inversa.

Otra cosa que hay que hacer notar es su humor negro, su escatología o como se le llame. Escenas en verdad sorprendentes de las que uno no sabe por qué se está riendo. Ah! y la muerte, no ofender a Dios con el suicidio: sin duda la parte mejor lograda de la cinta. El viejito nos robará el corazón.

Enterremos, pues, a Melquiades Herrera por cuarta y última vez.

11.11.05

[Niño Anagrama]

No soy niño Anagrama (como lo calificaron unos amigos ayer por la noche), es decir, que no leo todo cuanto saca esa editorial barcelonesa. Es más, no creo ser niño de ninguna editorial, si acaso, del Fondo de Cultura Económica, pero ni eso; simplemente leo cuanto me interesa sin figarme en la editorial (a veces sí, pero por el precio del libro, ja!). Pero hay quienes sí lo son (sé de muschísimos) y leen todas las novedades que Anagrama saca cada tres meses.

A mí la verdad, no me parece una gran editorial, sí, quizá, tienen un gran catálogo pero no todo se consigue y la postura siempre de supuesta editorial independiente no se las creo quizá por la arrogancia de su director que me es repulsiva. Además, en especial su colección Panorama de narrativas me parece la peor. Sus traducciones son infames, las hacen de una sentada y no las corrigen antes de enviarlas a la imprenta.

Así lo confirman recientemente Iván Thays en su blog al criticar la traducción de Jaime Zulaika a "Sábado" del inglés McEwan y el suplemento Arena corrigió las frases echas en el fragmento de la misma novela que publicó esta semana. En particular, Zulaika ha destrozados las novelas de mi idolatrado David Leavitt, autor casi exclusivo de Anagrama.

Hace muchos años un amigo se quejaba de lo mismo, pero la verdad yo era un enquencle que no se fijaba en esas cosas, pero ahora, con el paso de los años las cosas han cambiado y la verdad sí es muy molesto leer las traducciones de Anagrama (y no me refiero solamente a los localismos como "gilipollas", etc... sino en esas palabras inadecuadas--como lo hace notar Thays-- y en expresiones difíciles de traducir al español y que ellos traducen literalmente--como me he fijado pues Leavitt las utiliza muchísimas veces dado que así nos comunicamos en el argot gay).

El problema, creo, es ese: la exclusividad. Si Leavitt no sólo fuera publicado por Anagrama quizá cada país podría hacer su traducción y su edición y leerlo confortablemente. Así pasa con muchísimos autores clásicos. Habrá que esperar, sin embargo, a que Anagrama pierda los derechos de traducción y edición de las obras de Leavitt (o que este muera) para leerlo como Dios manda.

9.11.05

[Vegie]

Apenas llevo una semana dentro del vegetarianismo y he podido: awantar ver a un amigo tragarse mil y un tacos al pastor y a mi familia comer sus grasientas milanesas y yo ¡incólume! Mejor se me antojaron los camarones que un personaje de QAF le daba en la boca a su amante. Lástima, ayer comí baguette de lechuga, cebolla (¡amo la cebolla!), jitomate y quesos y al pastor de soya.

Ayer, en La Opera, desquité los camarones. Hoy comí unas ricas calabacitas rellenas y crema de chile poblano. Se me antoja cenar... mmmmhhhhh.... ¡una ensalada!, al menos del Samborn's.

Eso sí, la carne de su cuerpo no es genérica intercambiable. Ja!

Lo extraño...

*

Mañana, lo juro, posteo mi comment sobre la literatura del norte. Necesito tener los textos de Letrinas Libres a lado para poder comentarlos y no es el caso.

7.11.05

[La literatura del norte]

Como hoy tengo la cabeza llena de telarañas gracias a las mil y un cosas que tengo que leer, escribir, pensar, planear, hacer, etc... quizá mañana venga a postear mi comentario sobre la literatura del norte, concretamente por el debate encarnizado que Rafael Lemus y Eduardo Antonio Parra han sucitado en Letr[in]as Libres. Mientras tanto, copio este comentario, a manera de aperitivo, de Heriberto sobre el mismo tema:

"Música de despedida. Alegato con delirio" es un texto que no tiene como tema a Tijuana sino, muy de paso, la literatura norteña. Rafael Lemus contra-responde a E. A. Parra, con lo que se denomina, según leo, "poética del ademán", que llamaría yo, más bien, una poética del berrinche. Parra acierta. Lemus es joven, pero no de edad, que no sería defecto, sino de mente. No es ningún secreto que Lemus quiere ser el Christopher Domínguez [Michael] de su generación. El problema es que C.D. [M.] es mamón e inteligente, y Lms nada más es mamón. Bluff 100% y jalón de tranzas, kinder person. Reseña sin teoría, habla de lo que no sabe, está enojado infantilmente. Dice para molestar. Se venga. Como él mismo dijo una vez: quiere escribir novela, pero no se atreve y, como no se atreve, palabras suyas, hace crítica, y todo esto, la neta, se nota. Su crítica sale del resentimiento. Cumple el peor cliché del crítico. Yo soy crítico, traductor, bolero y narrador, y tengo respeto por todos los géneros y más que todos por el ensayo —pues el ensayo es mi Aztlán predilecta— y cuando leo a Lemus veo su inmadurez, su hambre de pequeño poder, su arrogancia de tapanco. Lemus cree que hacer crítica (¡eso dice él mismo!) es tener la última palabra. Rafael, madura, conviértete en un escritor, deja de escribir rencorcitos, deja de rebajar la inteligencia conviertiéndola en muecas.

6.11.05

[Poéticas en Arena]

Desde la semana pasada empecé a publicar una columna de reseñas sobre distintos libros de poesía en el suplemento cultural de Excélsior, Arena. Échenle un ojo.